Inspiración años 70 y efectos sorpresa en el interiorismo del nuevo restaurante Sumac & Mambo
SILVIA GARCÍA 11.03.22
El ambiente cosmopolita, alternativo y lleno de diversión que se respira en el nuevo restaurante Sumac & Mambo -la última aventura en Barcelona del grupo Pantea Group- es fruto de la creatividad y buena sintonía entre Ricard Trenchs (Trenchs Studio) y Florencia Finsterwald (IF Arquitectos).
Este singular restaurante propone un viaje de vuelta a los orígenes y tradiciones para disfrutar de gastronomía moderna, brasa ardiente y cerveza artesanal en un entorno vibrante y lleno de luz. La inspiración años 70, los colores, los patrones y los efectos sorpresa son las claves de este espacio que rebosa grandes dosis de energía en cada rincón.
Mención especial merecen los distintos patrones que ornamentan los techos los cuales, además de tener una intención estética, sirven para zonificar. Estos ‘patterns’ están inspirados en obras residenciales de Gio Ponti como La Villa Planchart en Venezuela y en los vestíbulos que diseñaba Antoni Moragas en Barcelona a finales de los años 60.
Situado en el corazón de L’Eixample barcelonés, el restaurante Sumac & Mambo cuenta con dos zonas diferenciadas y conectadas entre sí por una gran barra, ambas son ideales para compartir y desconectar en cualquier época del año.
Nada más acceder por la Calle de Enrique Granados –una de las más bonitas de Barcelona- a mano izquierda nos encontramos con el espacio más informal y divertido del local, Mambo. Aquí las formas redondeadas del mobiliario van acompañadas de una paleta de colores que juega con tonalidades tierra y azul. Un ambiente desenfadado y muy luminoso, un lounge ideal para “picar” algo y degustar en buena compañía una cerveza artesanal.
Sobre las paredes cementosas, pintadas en un azul intenso a media altura, destacan unas originales luminarias. Son medias esferas en bronce, de distintos tamaños, retro-iluminadas, que otorgan profundidad y generan una volumetría interesante. El techo se ha trabajado con un patrón de formas irregulares pintado en una tonalidad teja.
Una cortina de cuentas de madera de suelo a techo viste un ancho pasillo, frente a él destaca una gran barra de bar, magnífico nexo entre la zona restaurante (Sumac) y el lounge (Mambo), con iluminación atrayente y revestida con volúmenes rectilíneos de hormigón.
El color amarillo del mango de los quince grifos de cerveza artesana destaca sobre el azul intenso de las baldosas de la pared. El techo se diferencia del resto del local por un patrón de anchas líneas en amarillo sobre blanco.
“El Sumac te pone a bailar Mambo” rezan unas grandes letras de neón sobre la barra, toda una declaración de intenciones para conectar y crear un vínculo entre los dos grandes espacios del local.
Sumac, cuyo nombre proviene de una especie usada en la gastronomía iraní, ofrece cocina de este país, tierra natal de uno de sus fundadores, pero con matices muy europeos y con una visión del local inspirada en el Teherán de vanguardia de los años 70. La filosofía de cocina abierta y conexión está presente en todo el diseño interior.
Contrariamente a lo que parece, esta zona de grandes dimensiones y techos altos con columnas, no recibe luz natural pero se emula a la perfección gracias a un magnífico efecto trampantojo: una de las paredes se ha revestido con enormes ventanales a media altura totalmente retro-iluminados, esto eleva la sensación de amplitud y consigue una sorprendente luminosidad.
Sumac sigue la línea cromática de su hermano informal Mambo, con tonalidades tierra y azules en el mobiliario. Aquí se suman los materiales tradicionales en claro homenaje a las tierras iranís, como las lámparas colgantes y jarrones de terracota hechos a mano, la sillería y las lámparas suspendidas realizadas en caña natural y las mesas con sobre de mosaico de cerámica.
Con el objetivo de optimizar al máximo el espacio disponible, y por tanto rentabilizar el espacio de negocio, todo el perímetro del local se ha diseñado con largas bancadas a medida en las paredes, lo que además de potenciar la sensación de amplitud, genera cierto vínculo de socialización entre comensales. También se ha destinado una zona a mesas con mayor privacidad, mediante bancos enfrentados entre sí.
El patrón simétrico del techo permite diferenciar la estancia del resto, esta vez con geometrías en azul sobre blanco.
La gran cocina central se ha revestido con baldosas cerámicas triangulares en amarillo y para su pared frontal se ha utilizado un mosaico de baldosas diminutas.
La atmósfera vibrante y diferente del restaurante Sumac & Mambo brilla en Barcelona. Gracias a un elaborado interiorismo, el local crea un recorrido por el Oriente Medio en los años 70 y nos lleva hasta hoy. Un espacio que invita a compartir, a desconectar y vivir momentos únicos y desenfadados.