No hemos podido evitarlo, el queso es una de nuestras debilidades y hemos sentido la necesidad de volver a seleccionar un queso maravilloso como producto del mes para nuestra sección de fresquera. En esta ocasión queremos hablaros de un queso vallisoletano: Flor de Esgueva Viejo.

En un pequeño pueblo al este de Valladolid, Esguevillas de Esgueva, nació Flor de Esgueva de la mano de sabios maestros quesos. Un queso extraordinario cuya receta se ha mantenido intacta hasta la actualidad.

El Viejo de Flor de Esgueva se elabora de manera exclusiva con leche cruda de oveja y tiene una maduración en corteza de un mínimo de 7 meses.

De gran intensidad en boca y un marcado gusto a oveja, con una textura casi fundente, se presenta como un queso con un retrogusto duradero y agradable.

Comerte un pedacito es una auténtica gozada. Pero va perfecto para acompañarlo con frutas confitadas o verduras como el tomate o la cebolla. Puedes añadir unas gotas de aceite picual para acentuar su sabor.

Puedes encontrarlo en varios formatos: Rueda de 3,2 kg; Mini de 1 kg; Cuñas de 250, 320, 375, 400 y 850 gramos; o ya cortado en paquetes de 210, 420 y 840 gramos.

No dejes de probar esta obra de maestra de artesanía. Podrás adquirirla en muchas de las tiendas habituales y supermercados.

flordeesgueva.es