
Los diez templos para comer tortilla de patatas en España
RAÚL S. 05.03.24
España es un país donde la gastronomía es parte integral de su identidad y la tortilla de patatas se erige como uno de los platos más emblemáticos y queridos en todo el país. Desde el norte hasta el sur, más gruesas y jugosas, más finas y firmes... Este manjar de apariencia modesta pero sabor excepcional ha conquistado los corazones de locales y visitantes por igual.
En cada uno de los siguientes restaurantes, la tortilla de patatas es mucho más que un plato típico, es un símbolo de la rica diversidad culinaria y el amor por la buena comida que define a España. De hecho, se puede encontrar en restaurantes de todo el mundo, donde es apreciada por su sabor reconfortante y su capacidad para transportar a los comensales a las calles empedradas y los bares animados de España.
Acompáñanos en un viaje por algunos de los rincones más destacados donde la tortilla alcanza su máximo esplendor. Aquí te presentamos los diez templos para comer tortilla de patatas en España. ¡Apunta ya!
Cañadío
Ubicado en el norteño Santander, Cañadío es un pequeño tesoro gastronómico que ha ganado renombre por su sublime tortilla de patatas. Aquí, cada bocado es una experiencia sensorial que combina a la perfección la suavidad de su interior con el irresistible crujido de su exterior dorado. Con una receta que se remonta a generaciones pasadas y un compromiso inquebrantable con la calidad de los ingredientes, este establecimiento encarna la esencia misma de la cocina tradicional española.
Baster
En la provincia de Vizcaya, el restaurante Baster se erige como un auténtico bastión de la tradición culinaria vasca. La tortilla de patatas aquí es más que un plato, es un símbolo de identidad y arraigo a las raíces gastronómicas de la región. Preparada con una cuidadosa selección de patatas frescas y huevos de corral, cada porción es un tributo a la artesanía y al legado culinario que se transmite de generación en generación en este rincón del país.
Restaurante Asador La Encina
En el corazón de Palencia, se encuentra La Encina, un acogedor restaurante donde la tortilla de patatas es venerada como un auténtico tesoro gastronómico. Galardonada cuatro veces como la mejor tortilla de España, con ella los comensales se deleitan con una versión exquisita de este plato clásico, donde la suavidad de las patatas se fusiona armoniosamente con la cremosidad de los huevos frescos. En La Encina, puedes disfrutar de un delicioso asado mientras cada bocado es un homenaje a la rica tradición gastronómica de la zona y una invitación a saborear la autenticidad de la cocina española.
Cafetería Europa
Cafetería Europa es un punto de encuentro para los amantes de la buena mesa y la tortilla de patatas es su estrella indiscutible para aquellos que se encuentren o vayan a visitar Asturias. El plato se prepara con un cuidado excepcional, utilizando ingredientes frescos y locales que realzan su sabor único y su textura inigualable. Dependiendo del tamaño de la tortilla que vayas a comprar, los precios varían de 14 a 23 euros. Sin duda, su sabor deja una impresión duradera en todos los que tienen el privilegio de probarla.
Sagartoki
En Álava, con sus pintxos y tapas, el renombrado Sagartoki nos sorprende con una reinterpretación innovadora de la clásica tortilla de patatas. De la mano de La Cocina de Senén, con una presentación vanguardista y un sabor exquisito, cada bocado es una experiencia gastronómica que despierta los sentidos y estimula la imaginación. La textura sedosa y el sabor profundo de esta delicia culinaria la convierten en un verdadero tesoro que merece ser descubierto y apreciado.
Mesón O' Pote
Mesón O’ Pote, situado en A Coruña, nos invita a disfrutar de su tortilla de patatas casera, preparada con ingredientes frescos y un toque de cariño que la convierte en un verdadero manjar. Con su textura esponjosa y su sabor auténtico, Alberto García Ponte, el chef del lugar, hace de cada visita un viaje memorable e inolvidable. Con cada bocado, los comensales se sumergen en la rica tradición culinaria gallega y descubren el auténtico sabor de España.
Belatz Gorri Taverna
En Orduña, Vizcaya, el Belatz Gorri Taverna cautiva con su tortilla de patatas clásica, preparada con un toque de creatividad y elegancia. Con ingredientes seleccionados cuidadosamente y una técnica impecable, su creador, José Luis Valerio, ha conseguido la txapela a la mejor tortilla de Vizcaya. La combinación perfecta de ingredientes hace que este plato sea un verdadero deleite para los sentidos y una aventura gastronómica que vale la pena saborear.
Bar Juan José
Bar Juan José es un destino ubicado en Huelva y obligado para los apasionados de la buena comida. En este local, la tortilla de patatas es un verdadero espectáculo gastronómico, con su interior tierno y su exterior crujiente que deleita los sentidos y despierta las pasiones de todo aquel que la prueba. Preparada con ingredientes frescos y un toque de maestría culinaria, está considerada la mejor tortilla de patatas de Andalucía y cada porción es una oda a la rica tradición gastronómica andaluza y una experiencia que deja una impresión duradera en todos los que tienen el placer de comerla.
Flash Flash
En la vibrante ciudad de Barcelona, Flash Flash nos sorprende con su enfoque moderno y sofisticado de la tortilla de patatas, tanto dulces como saladas. Con una presentación elegante y un sabor exquisito, cada bocado es una obra maestra culinaria que deslumbra y enamora. Aquí, la tortilla de patatas se reinventa con creatividad y estilo, convirtiéndola en un auténtico referente de la ciudad condal que atrae a cualquier tipo de público a probarla.
Cucú Gastrobar
Por último, en Murcia, Cucú Gastrobar nos invita a descubrir los sabores del Mediterráneo a través de su deliciosa tortilla de patatas. Preparada con ingredientes frescos y una pasión por la cocina regional, cada porción es un viaje sensorial que transporta a los comensales a los campos soleados y las costas brumosas de España. Con cada bocado, los sabores y aromas de la región se despliegan, creando una aventura gastronómica que perdura en la memoria mucho después de que se haya acabado el último bocado.