Los restaurantes internacionales que más molan en verano
- Roberto Buscapé
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura

El verano en España es un festival de luz, calor y ganas de salir. Pero también puede ser una prueba de resistencia cuando las calles arden bajo el sol y cada sombra se convierte en un tesoro. En esos días, buscar un lugar para comer no solo se trata de satisfacer el apetito: se trata de encontrar un refugio, un espacio donde el aire acondicionado acaricie la piel y los sabores viajen más allá de las fronteras, regalando frescor al paladar.
Los restaurantes internacionales se han convertido en la tabla de salvación del verano urbano. Sus cartas, cargadas de ceviches, pokés, sushi reinventado, carnes marinadas y cócteles de espíritu global, ofrecen una experiencia que refresca por dentro mientras el ambiente climatizado resuelve lo demás. Lo internacional no es aquí una moda pasajera, sino una invitación a sentir que en pleno centro de Madrid, Málaga o Sevilla puedes dar un salto a Tokio, Lima o Hawái sin despeinarte, ni sudar.
Y hay algo más: estos espacios no solo alimentan, sino que envuelven. La decoración moderna, las vistas panorámicas o la música cuidadosamente seleccionada convierten cada visita en una pausa revitalizante, un paréntesis del calor. Así, recorrer la geografía española en busca de estos restaurantes es dibujar un mapa secreto del verano: lugares que molan no solo por lo que se come, sino también porque saben cómo cuidarnos cuando el termómetro amenaza con fundirse.
Kabuki Madrid
En pleno barrio de Salamanca, Kabuki Madrid es un templo de elegancia nipona con pinceladas mediterráneas y mexicanas. Su barra de sushi es una maravilla de precisión donde nigiris, tatakis y futomakis reinterpretados juegan con ingredientes ibéricos. El interior, impecablemente climatizado y sofisticado, es puro alivio urbano: iluminación tenue, mesas bien dispuestas y una atmósfera que baja la temperatura al instante.
Maymanta
En la azotea del Grand Hyatt Barcelona, en el piso 19, Maymanta firma una fusión peruano-mediterránea que sabe a verano con vistas a toda la ciudad. Bajo la batuta del chef Omar Malpartida, la carta luce ceviches vibrantes, tiraditos precisos y mariscos que juegan con ajíes y cítricos, acompañados por una coctelería de autor pensada para bajar revoluciones cuando el termómetro sube. La terraza es postal pura, pero el interior —amplio y elegantemente climatizado— garantiza ese refugio fresco que uno busca en agosto.
El Taller de Larios 10
En plena calle Larios, El Taller de Larios 10 se alza como un espacio luminoso y moderno con cocina de fusión contemporánea. Platos de temporada que cambian con el mercado, combinados con una coctelería vibrante y vistas a la Catedral, hacen de este restaurante un rincón imprescindible. Su interior, elegante y climatizado, convierte cualquier comida en una pausa fresca en medio del bullicio malagueño.
Nozomi Sushi Bar
Nozomi Sushi Bar es un refugio japonés en pleno centro de Valencia. El espacio, diseñado con una estética zen contemporánea, transmite calma apenas se cruza la puerta. La carta es pura delicadeza nipona: sashimis impecables, makis sorprendentes y una bodega pensada para maridar con sutileza. Su aire acondicionado discreto pero efectivo crea un ambiente que acompaña al ritual del sushi y hace olvidar el calor mediterráneo.
Kimtxu
Kimtxu es la taberna asiática que Bilbao abraza en verano: fusión honesta, producto vasco de temporada y técnicas aprendidas en Hong Kong y Londres. Aquí caben un banh-mi juguetón de carrillera, fondos potentes con guiños orientales y un menú degustación ágil que entra como una brisa. El ambiente —informal, cómodo y bien climatizado— invita a alargar la conversación sin derretirse. Además, luce el sello Bib Gourmand: gran relación calidad-precio para repetir sin miedo a la ola de calor.
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