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Los mejores restaurantes de Castilla y León 2025



Portada (Mejores restaurantes Castilla y León 2025) - GastroSpain (1)

Castilla y León es tierra de historia, de viñedos infinitos, de arquitectura imponente... Y también de una gastronomía que no deja de crecer y evolucionar. En los últimos años, la comunidad ha dado un paso al frente para reivindicar su cocina con propuestas que combinan tradición, producto y creatividad, sin renunciar al carácter que define cada una de sus provincias. Y 2025 no es la excepción: la escena culinaria castellanoleonesa vive uno de sus momentos más vibrantes.


A lo largo y ancho de su territorio, desde las ciudades monumentales hasta los rincones más inesperados, encontramos restaurantes que sorprenden por su autenticidad, su coherencia y su capacidad para emocionar. Algunos apuestan por el fuego lento y los sabores de siempre; otros, por la técnica y los giros contemporáneos. Pero todos tienen algo en común: cocineros y equipos que creen en lo que hacen y lo demuestran en cada plato.


Porque no siempre hace falta deslumbrar con estrellas, etiquetas o discursos grandilocuentes. A veces, lo mejor está en lo cercano, en lo honesto, en esas mesas donde cada detalle cuenta y donde el verdadero lujo es el sabor. Esta selección de los mejores restaurantes de Castilla y León en 2025 es, ante todo, un homenaje a quienes cocinan con sentido, con pasión y con alma.




Asador El Figón de Arévalo


Castilla y León es tierra de asadores, y pocos nombres despiertan tanto respeto como El Figón de Arévalo. Fundado el 26 de abril de 1982 en la ciudad de Arévalo, provincia de Ávila, este restaurante familiar ha sabido posicionarse como uno de los grandes templos de la cocina castellana. Su propuesta, reconocida con galardones como el Plato de Oro (2004) y el Gran Collar Gastronómico Internacional (2005), se basa en el respeto absoluto por la tradición, el fuego como herramienta esencial y una atención al cliente que roza la excelencia.


Al frente del Figón está el prestigioso maestro asador Juan Rodríguez Fernández, cuya experiencia y saber hacer han elevado el arte del asado a niveles excepcionales. A su lado, su esposa Aurora Arias, propietaria y alma del restaurante, garantiza una atención cálida y cercana que convierte cada visita en una experiencia memorable. La tercera generación de la familia, sus hijos, ya forma parte activa del negocio, aportando innovación, frescura y una visión renovada sin perder la esencia de sus raíces.


La estrella de la casa es el Cochinillo Asado, cocinado lentamente en horno de leña hasta lograr la piel crujiente y la carne jugosa que lo caracterizan. Le acompañan clásicos como el lechazo asado, los chuletones a la brasa, una notable selección de bacalaos y entrantes como el revuelto de morcilla con piñones y pasas, o las croquetas caseras.


El restaurante cuenta con un salón principal de estilo castellanosalones privados ideales para eventos y una terraza climatizada. Todo ello maridado con una bodega de más de 100 referencias nacionales, cuidadosamente seleccionadas para realzar cada plato.


Y para quienes deseen llevar esta experiencia a casa, el Figón ofrece el Cochinillo Peregrinoun asado enviado a domicilio, listo para terminar en el horno. Una manera perfecta de disfrutar del auténtico tostón de Arévalo desde cualquier rincón de España.


Tradición, calidad y pasión familiar hacen de El Figón de Arévalo una parada obligada en el mapa gastronómico de Castilla y León.





Kamín


El siguiente restaurante de Castilla y León del que hablamos es Kamín, una de las aperturas más inspiradoras y personales de los últimos años en el panorama gastronómico leonés. Ubicado en pleno Barrio Húmedo de León, Kamín es el sueño hecho realidad de Mario Gómez, chef y creador de un espacio en el que tradición, técnica y emoción conviven en perfecta armonía.


El nombre del restaurante es un homenaje a Camino, madre del cocinero, cuyas recetas caseras despertaron en él una pasión temprana por la cocina. Tras formarse en distintas escuelas y cocinas de prestigio, y tras pasar por proyectos gastronómicos de éxito, Mario decidió en 2019 emprender el camino más íntimo: abrir su propio restaurante. Así nació Kamín, un lugar con cocina vista y estética contemporánea, donde cada detalle está al servicio de una experiencia culinaria única.


En Kamín, el producto de temporada es el hilo conductor de una cocina conceptual, creativa y también profundamente emocional. El respeto por el ingrediente se percibe en cada plato, pero también el deseo de reinterpretar lo familiar: encurtidos, fermentaciones, sabores potentes, técnicas modernas y una mirada internacional que no olvida sus raíces.


La propuesta gira en torno a dos menús degustación que cambian cada semana según el mercado. Origen —disponible al mediodía entre semana— rinde tributo a los sabores de la infancia y la cocina tradicional, mientras que Kamín ofrece un recorrido más amplio y experimental por el universo creativo del chef. No faltan versiones sorprendentes de platos como las lentejas con chorizo o las patatas a la importancia, que adquieren una nueva dimensión sin perder su esencia.


El servicio, cercano y profesional, redondea la experiencia en sala, con un equipo volcado en hacer sentir al comensal como en casa. Y si eres amante del dulce, no dejes de visitar La Postrería Kamín, su tienda en la calle Ancha dedicada al universo repostero.


Kamín no es solo un restaurante, es una declaración de intenciones. Cocina viva, con alma, en el corazón de León.



 

Curioso


Continuamos con Curioso, una propuesta singular que ha sabido posicionarse como uno de los referentes gastronómicos más frescos y estimulantes de la comarca de Peñafiel. Concebido por Marina de la Hoz y Luis de Miguel, dos cocineros con sólida formación y experiencia previa en Ambivium, Curioso es el resultado de una visión común: acercar la alta cocina al entorno rural desde el respeto al producto, la técnica y, sobre todo, a la curiosidad como filosofía de vida.


Situado a pocos pasos de la emblemática plaza del Coso, el restaurante sorprende con un espacio moderno y distendido, decorado con ilustraciones de liebres, peces voladores y perdices que invitan al comensal a explorar. Su cocina abierta al cliente y una cuidada selección de vajilla y ambiente completan una experiencia pensada al detalle.


La propuesta culinaria gira en torno a una carta de productos locales y de temporada, donde lo tradicional se reinterpreta con técnicas contemporáneas aprendidas en cocinas de dentro y fuera de España. Así, la gyoza de manitas de lechazo, el croissant de rabo de vaca con bearnesa, o la boloñesa de corzo con pasta fresca revelan una cocina de raíces, pero sin fronteras. Platos que sorprenden sin perder el alma.


El restaurante ofrece un atractivo menú degustación —el Menú Curioso—, totalmente configurable, lo que permite adaptar la experiencia a cada comensal, con propuestas que pueden ir desde cinco hasta diez pases. Todo ello maridado con una amplia carta de vinos, tanto nacionales como internacionales, y una original oferta de coctelería clásica y creativa, poco habitual en la zona.


En Curioso, la sostenibilidad y la trazabilidad del producto son una prioridad. Apoyan a proveedores de cercanía y respetan el entorno, demostrando que se puede innovar desde lo local.


Curioso no solo es un restaurante: es una actitud, una invitación a descubrir sabores nuevos sin perder el respeto por los de siempre. En pleno corazón de la Ribera del Duero, es uno de esos lugares que justifican por sí solos una escapada.





Cobo Tradición


En pleno centro de Burgos, Cobo Tradición ofrece una experiencia culinaria que mira al pasado con respeto y al presente con técnica. Este restaurante, capitaneado por el chef Miguel Cobo, es el reflejo más íntimo y emocional de su cocina: una propuesta basada en los sabores de siempre, en los productos de cercanía y en los procesos lentos que marcan la diferencia.


Desde su Cantabria natal hasta su consolidación en Burgos, Cobo ha sabido construir un discurso gastronómico sólido que encuentra en Tradición su espacio más reconocible. Aquí, los guisos, pescados del norte, carnes a la brasa de encina, salazones y conservas caseras conviven en una carta que rinde homenaje al recetario clásico, siempre con un giro refinado que potencia cada ingrediente.


Uno de los atractivos del restaurante es el menú N623, una degustación semanal que varía según el mercado, pensada para almuerzos y cenas de martes a viernes. La oferta se completa con una carta abierta disponible todos los días, y con menús especiales para grupos a partir de ocho personas, ideales para celebraciones y encuentros gastronómicos en torno a una mesa generosa.


Para quienes buscan una experiencia más exclusiva, Cobo Tradición ofrece la Mesa del Chef, un reservado con acceso privado donde el propio Miguel Cobo atiende personalmente a los comensales. Un lugar único, pensado para quienes desean entregarse al placer del buen comer en un entorno íntimo y cuidado al detalle.


Además, el restaurante presenta un atractivo brunch de autor, reinterpretando productos regionales con un toque contemporáneo, ideal para los fines de semana en clave relajada.


Junto a Cobo Evolución, su propuesta más conceptual, Tradición se presenta como el alma del proyecto. Un homenaje a la cocina que emociona, a los sabores de la infancia y al valor del tiempo en los fogones. En Cobo Tradición, la calidad no es solo un objetivo, es una forma de entender la cocina.




El Pecado Restaurante


A escasos metros de la Plaza Mayor de Salamanca, en un edificio centenario que antaño fue un anticuario, se esconde El Pecado Restaurante, uno de los espacios más singulares y deliciosamente sorprendentes del panorama gastronómico castellano-leonés. Desde su apertura en 2001, ha evolucionado sin perder su esencia: ofrecer una experiencia culinaria de alto nivel en un entorno lleno de encanto, arte e historia.


Subir sus escaleras es el primer paso hacia un universo donde cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para emocionar. Con una decoración ecléctica que mezcla murales, lámparas colgantes, libros, cruces y hasta mesas que son cuadros, El Pecado propone mucho más que una comida: una experiencia sensorial completa. Y todo ello envuelto en una atmósfera íntima, cálida y ligeramente teatral, como su icónica cortina de terciopelo rojo.


A los fogones, el chef Juanma Melchor orquesta una cocina de mercado basada en el respeto absoluto al producto. Su trayectoria en restaurantes como El Majuelo le ha llevado a crear una propuesta que fusiona los sabores tradicionales de Salamanca con técnicas y guiños de otras cocinas del mundo. Su cocina es lenta, compleja, artesana y profundamente sabrosa.


El restaurante ofrece dos menús degustación: el Menú de Mercado, de cinco pases, y el más completo Menú Salamanca, con nueve. En ellos brillan ingredientes como la ternera charra, los cortes ibéricos de Guijuelo, pescados salvajes, y verduras ecológicas recién traídas del Mercado Central. Cada plato nace del equilibrio entre la técnica y la emoción, con fondos, guisos, y combinaciones únicas que solo aquí pueden saborearse.


El vino es otro pilar esencial: Luis Miguel Fernández, propietario y sumiller, selecciona personalmente las más de 100 referencias nacionales que integran la carta, elegidas para acompañar cada bocado y hacerlo inolvidable.


El Pecado es tradición y vanguardia, arte y sabor, detalle y pasión. Una propuesta con alma propia, donde cada visita es una historia que merece ser contada... Y repetida. Aquí, caer en la tentación está más que justificado.




Asador Maribel


En Segovia, a tan solo 80 metros del majestuoso Acueducto romano, se encuentra un templo del sabor que ha sabido conservar intacta la esencia de la cocina castellana: el Asador Maribel. Este restaurante, con raíces familiares que se remontan al siglo XIX, es un homenaje a la tradición, a la tierra y al fuego lento. Su historia es la de una familia entregada a un oficio, y su presente, el de un lugar de referencia para quienes buscan vivir el asado segoviano en su máxima expresión.


El corazón del restaurante es, sin duda, su horno de barro, visible desde la sala y convertido en símbolo de autenticidad. En él se cocinan, con mimo y paciencia, los dos grandes protagonistas de la casa: el lechazo churro y el cochinillo. El proceso es casi ceremonial: leña de sarmiento y encina, bandejas de barro y tiempos largos que respetan la textura y el sabor del producto. Durante más de cuatro horas, el horno trabaja lentamente hasta lograr esa piel crujiente y carne melosa que hacen del lechazo una verdadera delicia.


La materia prima es otro pilar fundamental. Los lechazos, de raza churra y acogidos a la I.G.P. Lechazo de Castilla y León, provienen de zonas como Sacramenia, epicentro de esta tradición ganadera. Alimentados únicamente con leche materna, garantizan una calidad y sabor incomparables. Por su parte, los cochinillos son seleccionados cuidadosamente entre proveedores cárnicos de prestigio nacional, asegurando uniformidad y excelencia.


Más allá de su cocina impecable, Asador Maribel ofrece una experiencia acogedora y sincera. Su equipo, profesional y atento, acompaña cada visita con cercanía y saber hacer, y la puesta en escena —mesas con vistas al horno, ambiente castellano, vajilla tradicional— completa una propuesta que emociona desde el primer bocado.


Visitar el Asador Maribel es mucho más que comer bien: es saborear la historia de Segovia, honrar la tradición y rendirse a una de las joyas gastronómicas más auténticas de Castilla y León. Una cita obligada para los amantes del asado y del buen gusto.





Baluarte


En el centro histórico de Soria, dentro de un imponente edificio blasonado, se encuentra Baluarte, un restaurante que honra su nombre al erigirse como bastión de la cocina soriana contemporánea. Detrás del proyecto está Óscar García, chef autodidacta, profundamente vinculado desde su infancia a las Tierras Altas sorianas y a su entorno natural. Su cocina refleja esa conexión íntima con el territorio: es honesta, valiente y profundamente personal.


Baluarte no hace concesiones: aquí no se trata de impresionar por artificio, sino de emocionar con profundidad. La propuesta de García se articula en torno a dos menús degustación —Tradicional y De Altura— que permiten al comensal sumergirse en una experiencia gastronómica donde los productos locales de temporada son tratados con la técnica y sensibilidad de un verdadero maestro.


Las setas y trufas negras, emblemas de la despensa soriana, tienen un lugar destacado en sus platos. Del monte a la mesa, el chef reinterpreta el recetario castellano con imaginación y respeto. Platos como el caldo de jamón ibérico con guiso de manitas y puerros ecológicos o los callos de bacalao con setas, de textura envolvente y sabor profundo, son solo algunos ejemplos de su capacidad para transformar la tradición en algo nuevo y vibrante.


El espacio interior, de diseño sobrio y elegante, contrasta con la monumentalidad del acceso al restaurante, sorprendiendo al visitante desde el primer momento. El servicio en sala es atento, cálido y profesional, contribuyendo a que la experiencia sea memorable de principio a fin. Otro de los puntos fuertes es su carta de vinos, que apuesta por pequeños viticultores tanto nacionales como internacionales, en sintonía con la filosofía del restaurante.


Baluarte es todo un homenaje a la tierra, a la honestidad del producto y al poder de una cocina que mira al bosque, al campo y al pasado, para imaginar un futuro lleno de sabor. Una parada imprescindible para quien busque autenticidad y alta cocina en Castilla y León.



 

Portillo de la Traición


En una ciudad tan ligada a la tradición como Zamora, hay quienes se atreven a romper moldes con descaro y mucho talento. Es el caso de Portillo de la Traición, un bar restaurante nacido en 2012 en la estrecha calle de los Herreros, que desde 2017 ocupa un espacio más amplio sin perder ni una pizca de su espíritu original: reinterpretar la cocina zamorana desde una perspectiva global.


Su equipo, joven y entusiasta, ha hecho de la provocación gastronómica su bandera. Se definen como cocineros de producto local —pimentón, ajo, queso zamorano, cordero, casquería— pero con una filosofía muy clara: "Cocina a traición". ¿En qué consiste? En cruzar el recetario tradicional con técnicas e ingredientes de otras culturas, sobre todo del sudeste asiático. Así, platos donde el kimchi, la citronella, el gochu jang o la lima kaffir conviven con sabores profundamente castellanos se han convertido en la seña de identidad del Portillo.


El resultado es una carta divertida, sabrosa y sorprendente, pensada para compartir y disfrutar sin prejuicios. Cada elaboración parte del respeto al producto zamorano, pero se libera de la rigidez de la tradición para abrazar nuevos horizontes culinarios. Esa combinación entre raíces y exploración ha captado la atención de los paladares más curiosos, posicionando a Portillo como una propuesta imprescindible dentro de la escena gastronómica de Castilla y León.


El ambiente en sala mantiene la cercanía de un bar de toda la vida, pero con el pulso inquieto de quienes están en constante evolución. La cocina, como el propio equipo, es joven, dinámica y sin miedo a mezclar lo que a otros no se les ocurriría.


Portillo de la Traición no busca agradar a todo el mundo. Busca sorprender, generar conversación y, sobre todo, demostrar que la cocina zamorana puede mirar al mundo sin perder su alma. En una tierra de raíces profundas, Portillo florece como un oasis de creatividad, sabor y rebeldía culinaria. ¿Traición? Tal vez. ¿Deliciosa? Sin duda.





Cocina Con Mimo


Ubicado en el centro de León, este restaurante de espíritu contemporáneo y raíces muy locales ha conseguido convertirse en poco tiempo en una de las propuestas más atractivas de Castilla y León. Cocina con Mimo es el proyecto personal del chef Javi del Blanco y su pareja, Ángela Trobajo, dos profesionales enamorados de su oficio que han sabido unir talento, sensibilidad y mucho trabajo para construir una experiencia que va más allá de lo gastronómico.


Tras una reconocida trayectoria en espacios como LAV, Marcela Vinos o Marcela Brasa —que le valieron distinciones como el Bib Gourmand Michelin o un Sol Repsol—, Javi decidió en 2022 emprender su propio camino. Cocina con Mimo es el resultado: un restaurante que juega con el doble sentido de su nombre. Por un lado, el mimo como intérprete, presente en su imagen gráfica; por otro, el mimo como actitud, que se percibe en cada detalle del servicio y en la elaboración de cada plato.


Su propuesta gira en torno al concepto #leonalmundo, una cocina leonesa con alma viajera. Ingredientes tradicionales como la cecina, el tomate de Mansilla, el cocido leonés o la sopa de trucha se reinterpretan a través de técnicas y sabores de lugares tan diversos como Japón, Italia, México o Perú, sin perder la esencia del producto.


Junto a él, Ángela aporta perfeccionismo, energía y cercanía en sala. Ambos comparten la convicción de que el equipo es el verdadero motor del restaurante, una pequeña familia de "mimosos" que hacen sentir al cliente como en casa desde el primer momento.


Con una estética moderna, una cocina creativa sin estridencias y una atención impecable, Cocina con Mimo demuestra que el respeto por la tradición y la ambición por innovar no solo pueden convivir, sino emocionarnos. En León, pocos lugares sirven tanto sabor con tanta alma.




Trasto Restaurante


En Valladolid, entre raíces castellanas y aires viajeros, Trasto Restaurante ha logrado consolidarse como uno de los espacios más interesantes de la escena gastronómica de Castilla y León. Bajo la dirección del chef Teo Rodríguez, este restaurante juega con un equilibrio perfectamente medido entre tradición y creatividad, y lo hace sin perder la esencia: platos que conectan con la memoria, pero que también sorprenden al paladar más curioso.


La cocina de Trasto es una declaración de intenciones: aquí conviven bocados clásicos con elaboraciones más sofisticadas, guiadas siempre por el producto de temporada y el respeto absoluto por los ritmos de la naturaleza. La selección de materias primas es impecable, procedente de una red de proveedores de máxima confianza, lo que garantiza una propuesta sabrosa, honesta y de alto nivel técnico.


En carta, la variedad es parte del encanto. Se puede pasar de unas carrilleras al curry rojo a unas navajas con crema de aguacate y cilantro, o saborear unas verduras salteadas sobre mojo, platos que delatan el alma viajera del chef. Porque Teo Rodríguez no solo cocina: también explora, se inspira y traduce lo aprendido en el lenguaje de su cocina. Y lo hace manteniendo siempre ese acento castellano que da sentido a todo.


El espacio también acompaña. Trasto se divide en dos ambientes: por un lado, una taberna luminosa y desenfadada, con barra, mesas altas y terraza; y por otro, un elegante comedor principal, pensado para disfrutar con calma de su versión más gastronómica. Dos estilos, dos ritmos, una misma filosofía: cocinar con emoción y servir con calidez.


Además, Trasto apuesta por extender su experiencia a otros momentos del día: desayunos, brunch y opciones para llevar, siempre con ese punto de frescura y desenfado que caracteriza al proyecto.


Trasto Restaurante es el resultado de mirar al pasado sin nostalgia y al futuro sin miedo. Una cocina que habla de lo que somos, pero también de lo que soñamos. Y en ese cruce de caminos, Valladolid ha ganado un lugar imprescindible.

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