Los mejores quesos con D.O.P. Queso Manchego 2025
- Roberto Buscapé
- hace 6 días
- 8 Min. de lectura

La riqueza gastronómica de Castilla-La Mancha tiene en 2025 un claro protagonista: los quesos con Denominación de Origen Protegida Queso Manchego. Herederos de una tradición milenaria, estos quesos son el reflejo de un paisaje único, donde la dureza del clima y la nobleza de la oveja manchega se unen para dar vida a uno de los productos más reconocidos de la gastronomía española.
Cada pieza es el resultado de un proceso artesanal que se mantiene fiel a sus orígenes. Desde la leche recién ordeñada hasta la maduración en silencio, se cuida cada detalle para que la textura, el aroma y el sabor transmitan la esencia de un territorio que respira autenticidad. En cada cuña se descubre el esfuerzo de generaciones de pastores y maestros queseros que han sabido preservar lo mejor de su legado.
Esta selección de los mejores quesos D.O.P. Queso Manchego 2025 es mucho más que un listado: es un homenaje al sabor de la tierra, a la paciencia del tiempo y a la excelencia de un producto que ha conquistado paladares en todo el mundo. Degustarlos es adentrarse en un viaje sensorial por La Mancha, donde tradición e identidad se funden en uno de los tesoros más valiosos de nuestra gastronomía.
Don Apolonio
Hablar de Don Apolonio es hablar de una historia familiar escrita en la tierra manchega desde hace más de un siglo. Todo comenzó con Marino Mata, pastor que con paciencia y esfuerzo sembró las primeras semillas de un legado que, con el tiempo, su hijo Apolonio supo transformar en excelencia quesera. De aquel pequeño rebaño nació un proyecto que hoy es referente nacional e internacional en la elaboración de queso manchego con Denominación de Origen Protegida.
En 1984, Apolonio Mata, junto a su esposa Mercedes Rodríguez y sus hijos Luciano y Elena, fundó oficialmente la empresa que lleva su nombre. Desde entonces, la familia ha mantenido intacto el alma artesanal, transmitiendo de generación en generación valores de trabajo, sacrificio y pasión por el queso. Hoy, sus hijos y nietos continúan el legado con instalaciones modernas y proyección internacional, pero siempre respetando lo esencial: la elaboración tradicional y el sabor auténtico de La Mancha. Su reto es grande, pero también lo es su compromiso: mantener vivos los valores de esfuerzo y calidad mientras exploran nuevos mercados y crean propuestas que combinan tradición e innovación.
Entre sus joyas destaca El Queso de Mercedes, una de las grandes referencias dentro de los quesos manchegos con D.O.P. Elaborado con leche pasteurizada de oveja manchega de ganaderías certificadas y madurado un mínimo de seis meses, presenta una corteza natural lavada con aceite de oliva virgen extra que potencia su identidad propia. Su textura compacta, su bouquet refinado y sus intensos matices aromáticos —con toques de avellana y recuerdos de alta maduración— lo convierten en un queso de carácter único, con esa personalidad que solo la tierra manchega puede imprimir a sus productos.
Los premios lo confirman: desde la medalla de oro en los World Cheese Awards 2019/20 y 2021, hasta el reconocimiento internacional en los International Cheese Awards 2022, pasando por los galardones de Gran Selección en Castilla-La Mancha. Cada uno de ellos certifica que Don Apolonio no solo mantiene el legado, sino que lo eleva al máximo nivel y lo sitúa entre los mejores quesos manchegos del mundo.
Para disfrutar de El Queso de Mercedes en todo su esplendor conviene sacarlo 15 o 20 minutos antes de consumirlo y acompañarlo con pan de hogaza, miel de flores y nueces, maridado con un vino tinto reserva de cuerpo y notas de roble.
Además de su manchego con Denominación de Origen, la firma cuenta con un amplio catálogo de quesos de oveja, cabra e ibéricos que incluyen variedades curadas en aceite, con hierbas aromáticas o incluso con trufa y ajo negro. Una muestra más de la capacidad de la familia para innovar sin perder nunca el respeto por la tradición.
Con Don Apolonio, cada cuña es un viaje a La Mancha más auténtica: tradición, innovación y excelencia concentradas en un queso que honra su tierra y conquista paladares en todo el mundo.
Ojos del Guadiana
En las llanuras infinitas de La Mancha, donde el horizonte se confunde con el cielo y la tradición se respira en cada rincón, nace uno de los quesos más admirados del mundo: Ojos del Guadiana. Desde Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real, esta quesería ha conseguido llevar el orgullo manchego a la cima internacional, manteniendo siempre el vínculo con la tierra y con sus raíces ganaderas.
La historia comenzó en 1964, cuando un grupo de ganaderos decidió unir esfuerzos y fundar la Cooperativa de Ganaderos Ojos del Guadiana. Su propósito era claro: comercializar su leche de forma conjunta y dignificar el trabajo del campo. Apenas seis años más tarde, en 1970, dieron el paso de elaborar queso manchego con Denominación de Origen, iniciando un camino que los convertiría en una de las grandes referencias de España.
El verdadero hito ha llegado con el Ojos del Guadiana Platinum, una joya artesanal elaborada en series limitadas —menos de 2.000 unidades anuales— con leche cruda de oveja manchega de sus propios socios. Tras 18 meses de curación lenta y un cuidado manual con paños de algodón, surge un queso de corteza natural, intenso en aromas y con una complejidad única en boca. Cada bocado condensa el saber hacer de generaciones y la esencia de un paisaje que marca carácter.
Ese trabajo bien hecho ha recibido el máximo reconocimiento: en 2025, el Frankfurt International Trophy otorgó al Ojos del Guadiana Platinum la medalla de Gran Oro y, lo más extraordinario, el título de Mejor queso del mundo, un galardón nunca antes conseguido por un productor español.
El éxito no es casualidad. Es el fruto de la unión de los ganaderos, la fidelidad a la oveja manchega y un compromiso absoluto con la calidad. Hoy, Ojos del Guadiana es símbolo de excelencia y orgullo para toda La Mancha, demostrando que la tradición puede convertirse en el mejor pasaporte hacia el futuro.
Artesanos Peñas Negras
Hay historias que se saborean antes incluso de probar un bocado. La de Artesanos Peñas Negras comienza con Luis, un hombre que un día decidió dejar atrás el metal para dedicarse a lo que realmente le conectaba con la tierra: elaborar quesos manchegos como los que recordaba de su infancia. Hace más de 25 años tomó esa decisión y desde entonces no ha dejado de perseguir un sueño: transformar la leche de oveja en piezas únicas, hechas con paciencia, respeto y un amor absoluto por lo artesanal.
Ese camino no lo ha recorrido solo. A su lado, desde niño, ha estado su hijo Rodri, que ha crecido entre moldes, paños y aromas de curación. Hoy son padre e hijo quienes dan vida a la familia Peñas Negras, con una misión clara: mantener viva una tradición quesera que emocione y que llegue, intacta, hasta tu mesa.
La propuesta de Peñas Negras es diferente porque no busca la producción masiva, sino todo lo contrario. Elaboran sus quesos con leche de oveja de altísima calidad, apostando por la maduración natural y huyendo de los atajos. El resultado son manchegos con Denominación de Origen Protegida que sorprenden por su autenticidad y su sabor limpio, profundo, como los de antaño. Su catálogo incluye variedades BIO semicuradas y curadas, tanto de leche cruda como pasteurizada, disponibles en distintos formatos, desde pequeñas cuñas hasta piezas enteras.
Quienes los prueban coinciden en lo mismo: los quesos Peñas Negras tienen algo especial. Recuerdan a los sabores de antes, a esos productos que parecían haberse perdido, y desaparecen de la despensa mucho antes de lo esperado. No es extraño escucharlo: cada bocado transmite la dedicación de una familia que cuida cada detalle, desde la selección de la leche hasta la presentación final.
En un mundo donde la prisa a menudo domina los procesos, Peñas Negras apuesta por el tiempo, la honestidad y el respeto a la tradición manchega. Y quizá por eso sus quesos han conquistado no solo a los paladares más exigentes, sino también a quienes buscaban, sencillamente, un queso de verdad. Con cada cuña, ofrecen mucho más que sabor: un legado familiar que se comparte alrededor de la mesa.
Dehesa Zacatena
El primer bocado de un queso manchego de Dehesa Zacatena sorprende por su autenticidad: sabores intensos, matices profundos y una textura que remite a la tradición más pura de La Mancha. No es casualidad. Detrás de cada pieza hay una historia ligada a la tierra y al agua del Guadiana, a las Tablas de Daimiel y a siglos de cultura pastoril que hoy encuentran su expresión más refinada en estos quesos con Denominación de Origen Protegida.
La finca Zacatena, de donde toma su nombre la quesería, ha sido testigo del paso de distintas civilizaciones —romanos, visigodos, musulmanes y caballeros de la Orden de Calatrava— y de la presencia real en sus pastos. En el corazón de esa historia permanece la Casa Zacatena, símbolo de un legado que ahora se reinventa en clave gastronómica.
Artesanos desde 1965, los responsables de Dehesa Zacatena han apostado por una producción ecológica que respeta el medio ambiente y mantiene la esencia del queso manchego tradicional. Su secreto radica en el uso de leche cruda de oveja manchega recién ordeñada, sin procesos añadidos, lo que permite conservar las enzimas y bífidus naturales que confieren un carácter único a cada queso.
Entre sus elaboraciones destaca el queso manchego semicurado ecológico, que tras 90 días de maduración ofrece un sabor suave, cremoso y persistente, ideal para quienes buscan un manchego equilibrado y fresco. En el extremo más intenso, el curado ecológico despliega todo su potencial tras seis meses de maduración, con un perfil aromático más complejo, toques ácidos y un final que se queda en la memoria. Ambos comparten la autenticidad de un producto ligado a los pastos de la dehesa y a la tradición quesera manchega.
Dehesa Zacatena no solo produce quesos, sino que recupera una forma de vida y un respeto por la tierra que la modernidad había relegado. Cada cuña es testimonio de siglos de historia y de una filosofía que apuesta por el tiempo, el cuidado y la sostenibilidad. En cada bocado, La Mancha se revela en su versión más noble y genuina.
Artesanos Lácteos
En Los Yébenes, un pequeño municipio de Toledo rodeado de sierras y campos, nació en 1991 el sueño de una familia que decidió apostar por la tradición quesera manchega. Así comenzó la historia de Artesanos Lácteos, un proyecto familiar que hoy es referente en la elaboración de quesos con Denominación de Origen Protegida, donde cada pieza refleja respeto por la tierra, por el ganado y por un legado transmitido de generación en generación.
La misión de Artesanos Lácteos va más allá de producir queso: buscan preservar la sostenibilidad de todo un proceso humano que empieza con los pastores, continúa en los pastos y en la leche, y culmina en quienes disfrutan del queso en la mesa. Elaboran de manera artesanal, cuidando cada detalle y manteniendo vivo un arte que, más que oficio, es expresión cultural y gastronómica de La Mancha.
El corazón de la firma es la familia Díaz-Gil Hebrero, que desde el primer día entendió que para lograr un producto único debían conjugar la experiencia heredada con la inspiración de técnicas queseras tradicionales. Con leche de oveja, cabra y vaca de la zona producen quesos naturales, comestibles en su totalidad, que destacan por su autenticidad y calidad.
Entre sus joyas brilla la gama El Fontejón, elaborada exclusivamente con leche de oveja manchega y reconocida con premios en certámenes nacionales e internacionales. El Queso Manchego Semicurado El Fontejón D.O.P., con una maduración de 3 a 4 meses, ofrece una textura firme y un sabor suave y cremoso que lo convierte en el acompañante ideal de un buen vino blanco o un pan de hogaza. Sus reconocimientos incluyen la Medalla de Plata en Gran Selección Campo y Alma 2024 y 2025, además del Oro en el XXIII Concurso de Calidades del Queso Manchego.
En el extremo más intenso se encuentra el Queso Manchego Curado El Fontejón D.O.P., madurado entre 6 y 9 meses. Su textura de pasta dura y sus matices profundos lo han hecho merecedor de la Medalla de Oro en Gran Selección Campo y Alma 2024 y 2025, considerados los “Oscar” de los productos agroalimentarios manchegos.
Con Artesanos Lácteos, cada cuña de queso es un homenaje a la tradición, la sostenibilidad y el sabor inconfundible de La Mancha.
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